"Al inicio de la ruta nos adentraremos en un
bosque de cuento. Cierta irrealidad se irá apoderando de los sentidos. Entre la tupida arboleda nuestra mirada no podrá evitar
pararse a buscar duendecillos, o tal vez a la niña de caperuza roja y a su
feroz enemigo. Pasaremos junto a las ruinas de una casa forestal sombreada de
arboleda gigante y rodeada de helechos, y agudizaremos el oído, pensando que quizás
sea esa la casa del bosque de Hansel y Gretel. Lo cierto, es que nada más iniciar el sendero, en
unos cuantos pasos, nos habremos transportado al norte peninsular e incluso al
centro y norte de Europa, y puede que terminemos por olvidar que estamos en
Andalucía, en la provincia de Jaén."
Paseante en el viaje, viajero en el paseo. Con ojos abiertos se emprende el camino y los pasos se calzan con el fino velo de la ensoñación. Tu mirada particular como compañia: amplía esta senda con tus comentarios.
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