Los pies crecidos de los niños que fuimos
quedan varados en suelos ajados,
quedan varados en suelos ajados,
yemas que un día fueron diminutas
se ulceran y sangran
acariciando las paredes rotas,
pupilas cansadas
reviven, se alivian, lloran y se nublan
mirando los hermosos cielos
que soñó el Principito perdido del cuento.
"suelos"
"paredes"
"cielos"
ainssssssssss!!! la nostalgia!!!, un arma de doble hoja.
ResponderEliminarDoble o sencilla, una cuchilla muy afilada...
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